sábado, 29 de noviembre de 2008

2º PREMIO DETRÁS DE LA MÁSCARA MI CORAZÓN




El vestido blanco me ciñe la cintura, es un poco ajustado para mi talle. La luz de mi maquillaje resplandece tanto, que opaca el brillo de mi sombrero en forma de cono. Mi varita mágica es mágica de verdad, me hace sentir lo que no soy (aunque a veces me siento una impostora). Subo al escenario temblando, siempre me invade el pánico cuando debo enfrentar al público.
Es un momento cumbre, yo no soy yo, soy el hada, así me pienso, así me siento, así me veo. Mi mundo se transforma en una gran fantasía.
Tú estás en el otro extremo de las tablas, en la oscuridad, detrás de un falso telón. No puedo verte pero te imagino; seguro estás sentado, con los dedos cruzados presionándolos con fuerza hasta hacerlos sonar, y a la vez, sonriendo y parpadeando de nervios.
Se apagan las luces de la sala, un profundo murmullo seguido de un estrepitoso silencio se apodera del aire que respiro, que tu respiras, que ambos respiramos. Un círculo de intensa claridad cubre de repente tu figura; aparece el rostro de Pinocho: una máscara plana con nariz puntiaguda tal como todos esperaban.
Yo en cambio sólo puedo ver tus ojos detrás de esa máscara, como si ellos me hablaran (¡quítame tu mirada!, de lo contrario Pinocho cambiará la historia). Obedezco; mis ojos buscan al personaje. La obra comienza.
Tu cuerpo parece realmente de madera; tus articulaciones se mueven como si estarían sujetas con bisagras. El tiempo transcurre; mi corazón se detiene. Tu corazón está enfermo (el mío también); “entonces llegó el hada protectora, y viendo que Pinocho se moría, le puso un corazón de fantasía, y Pinocho sonriendo despertó” … (mi corazón se desangra … )
La escena llega a su fin; se ilumina completamente la sala. Los aplausos ensordecen; yo me confundo. Nos tomamos de las manos y saludamos una y otra vez al público. Pinocho se quita la máscara y sonríe; yo quisiera hacer lo mismo pero no puedo. (¡Pinocho! ¡Por favor devuélveme mi corazón! Pinocho … ¿mi corazón?).


MIRTA ZEHNDER

No hay comentarios: