sábado, 29 de noviembre de 2008

El poema que encontró a su dueño!!!

Este poema ganador del 3º Premio ha quedado fuera del orden de publicación porque recien hace un momento encontramos al ganador, ya que sólo teníamos el pseudónimo con el que presentó su trabajo.
Nos llenó de alegría primero: por ser Marplatense, estaban casi ausentes los poetas locales y segundo porque por fin tenía dueño este hermoso poema que aquí les dejo
Elegía de Nestor Alonso

3º PREMIO ELEGÍA




Sabemos

del hueco irremediable

de las manos

detrás

de cada despedida.


De las palabras

que se ahogan en silencio

en ese quijotesco

intento de agotarlo.


Del oasis del amor

al que arribamos

para calmar la sed

de un abrazo infinito.


Y porqué todo

se desnuda al fin

sabemos

de lo astillado

de lo roto

y la vida, esta piedra

de un oscuro fulgor

nos pesa por igual.


¿Por qué

todo nos hiere si nos toca

aunque lo haga

con la forma de un beso?


Nestor Alonso

ALTO AMOR JURADO




Te busqué delante de mis pasos
detrás de las hojas del calendario
en las esquinas del cielo
en el mercurio térmico
en los decímetros de la reglas de la geometría
en la mitad de mi cama
por encima de mi apremio
en las naves de la iglesia
en los claustros de las monjas adoratrices
en los hojaldrados libros de leyes.
Me aposté a la salida de mis sueños
leí la borra del café
levanté mis ojos hacia el empenaje de los aviones
me sumergí en el submarino amarillo
contemplé el erecteión de las aves en el aire
revolví mis poemas despedazados del papelero
monté guardia en los rincones de mi intuición
te imaginé dentro del ocho infinito del ula-ula
"in the flowers' power"
te presentí en el hormigueo de mi sangre
en el punto G.
Y en la barrera de reconocimiento, un día
un buen día señorita
Alto quien muere.
Bajé tu F.A.L.

Graciela Martín de Núñez.

POSESIÓN JURADO



Nos pertenece el pasado.
Huella permanente en el allá
transitado y perdurable.
En la quietud del arcón
la niñez de la ronda.
Flores en volutas del humo.
Una rama añil
en el corazón del poema.

Nos pertenece el pasado
de aquella luna puesta a novia
en el embrión de la noche.

Hay derrumbe de nubes
que dispersan rostros en el agua.

Nos debatimos entre alas cristalinas
sin alcanzar la luz
pero estamos en la piel
de otro siglo que nos posee.

Estallarán las calles de tarjetas melódicas
y en el carruaje de los cuerpos
echaremos a andar
hasta el día de fugarnos
para flotar en el cosmos.

(2001) Raquel Guidi

FUTURO PERFECTO JURADO





"...fue quién terminó con mi aplomo, con mi seguridad de saber qué hacer…”
(de “Aquella mancha roja”, de Hugo Portillo)

Basta. La llamaré. La voy a llamar por su nombre. Prescindiré de todas esas expresiones que van a pugnar por salir de mi boca. Concertaré una salida. ¿Podré ocultar mi inquietud al decirlo? Aceptará, sin dudas. ¿Y llegado el momento? No dejaré de pensar en ello.
Hablaremos de la ropa que se habrá puesto. Riéndose, con seguridad, comentará la mía, por supuesto de lo más informal y masculina que se pueda encontrar. Y la calle sabrá de nuestra juventud y de mis palabras que querrán volcarse en sus oídos, muy quedas, muy cerca de su cara para mi placer por el peligro y mi angustia de no proseguir hasta culminar el camino hacia su rostro. Recordaré los cinco años de amigos comunes, de nuestras salidas, del cariño mutuo.
En el momento en el cual decida jugarme el todo por el todo, le confesaré que no será posible continuar con el vínculo amistoso con todos los miembros de la barra. Se detendrá y me preguntará el por qué. Haré yo también un alto, la miraré a los ojos, y le contaré mi dolor y mi dicha. Dolor porque todo lo hermoso de ese sentimiento con los amigos me demandará ser totalmente veraz y, como consecuencia de lo que diga, algo se alterará entre nosotros. Y dicha por la esperanza que no será necesario seguir guardando esto que pugna dentro de mí Le daré como ejemplo a Peter Pan: es necesario que crezcamos. Y en el crecimiento, con seguridad habrá dolor, un envase nuevo para nuestros cuerpos, un contenido nuevo para nuestras almas.
Ese será el momento. Le diré que mi espíritu no podrá soportar más la puja que se ha de incrementar día a día tratando de que la sinceridad se imponga, aún a costa de un alejamiento cuya posibilidad apartaré de mi mente. Pero tan sólo por esos instantes.
Con total sinceridad, tal vez mirando hacia adelante, con la voz más firme que pueda conseguir, le confesaré que no me será posible concebir el mundo sin tenerla a mi lado. Le dejaré en claro que no se trata de esa amistad que nos ha llevado a fiestas, a comidas, a juegos, a estudios comunes, a salidas grupales de la que deberé prescindir si quiero ser coherente, sino el deseo de que entre ella y yo las cosas se den de manera de no tener que separarnos nunca más.
Y en tanto, ¿qué pasará con ella? ¿Querrá cortar la conversación? ¿Me dirá que es una locura o que siente lo mismo? Yo le contaré de mis proyectos de aceptar la beca para estudiar economía en París. Sí, justamente en ese Paris donde ella se radicará para iniciar la licenciatura en letras. Deduciré en voz alta que la vida, el destino, será lo que nos una a través de esa posibilidad conjunta.
Si ella se callara, yo mantendría aún viva la esperanza, la ilusión. Seguiría hablando poniendo la traba del tiempo a una respuesta que pudiera ser negativa. En el camino de la confesión, le hablaré de mis deseos de besarla, de dejar que mis dedos recorran su pelo, de desear que los suyos peinen mis cabellos cortos, los mismos que a su pedido dejaré que me crezcan hasta los hombros como me sugiriera en broma alguna vez. En una entrega total le aseguraré que llegaré al punto de volver a usar aritos si eso la pone feliz, que cambiaré mis ropas tan informales por otras más acordes con la relación que le estaré planteando.
Y Celeste me preguntará cuál es esa relación. Yo le diré, antes de todo, que mi planteo ha de ser la propuesta de una relación de pareja. De un tiempo que hemos de detener para compartirlo siempre juntos, en todo, para todo. Con mis dedos clausuraré sus palabras, me reconoceré en posesión de la mayor inexperiencia en esos temas, pero al par que temor por no poder brindar conocimiento, le ofreceré recorrer en unión la búsqueda y el hallazgo del sentido a la fusión total de nuestros corazones.
No podré resistir más. La he de llamar a su casa. Atenderá el teléfono su mamá, y, como siempre lo hace, me dirá: “Ah… ¿sos vos Noemí? Ya te paso con Celeste.”

Eduardo José Borawski Chanes

INCLINACIÓN JURADO



Nube y ausencia

bruñen la palma de la mano

Tramos del camino

se pierden en la rueda

de columnas acordonadas

Matices entremezclados

alienan la urdimbre del oleaje

espinas de distancia

sin rumor de vuelos

Las gaviotas

mudas de graznidos

abrazan ocasos
Daniela Riccioni

JURADO




Apoyo mis pies
sobre el día.
Dejo atrás
la soledad de los huesos.
Seré el verdugo del instante.
En el vergel
del arco iris
una gota de luz
me amamanta.



Carlos Pili

REFLEXION JURADO



Sobre el dolor de las ruinas se desprenden deseos de venganzas y apetitos personales...Mientras el hombre no supere estas miserias, nada útil podrá aportar a un pueblo moralmente debilitado .

El hombre por un designio indescifrable nació libre y si quiere justificar lo que configura vida debe cuidar que el monstruo con nombre de estado no se apodere de sus atributos.

La comodidad mental acopia sombras que no permiten germinar ideas... recuperemos el tiempo perdido unificando afanes. Mañana no nos sorprenderá la muerte, habremos hecho por nosotros y por aquellos que les faltaron fuerzas. El río humano no detendrá y los afluentes que fluyen del criterio irán así a otros mares innovando cielos


Roberto Fernandez Diaz

1º PREMIO INFIDELIDAD

MARTA PRUNETO

2º PREMIO DETRÁS DE LA MÁSCARA MI CORAZÓN




El vestido blanco me ciñe la cintura, es un poco ajustado para mi talle. La luz de mi maquillaje resplandece tanto, que opaca el brillo de mi sombrero en forma de cono. Mi varita mágica es mágica de verdad, me hace sentir lo que no soy (aunque a veces me siento una impostora). Subo al escenario temblando, siempre me invade el pánico cuando debo enfrentar al público.
Es un momento cumbre, yo no soy yo, soy el hada, así me pienso, así me siento, así me veo. Mi mundo se transforma en una gran fantasía.
Tú estás en el otro extremo de las tablas, en la oscuridad, detrás de un falso telón. No puedo verte pero te imagino; seguro estás sentado, con los dedos cruzados presionándolos con fuerza hasta hacerlos sonar, y a la vez, sonriendo y parpadeando de nervios.
Se apagan las luces de la sala, un profundo murmullo seguido de un estrepitoso silencio se apodera del aire que respiro, que tu respiras, que ambos respiramos. Un círculo de intensa claridad cubre de repente tu figura; aparece el rostro de Pinocho: una máscara plana con nariz puntiaguda tal como todos esperaban.
Yo en cambio sólo puedo ver tus ojos detrás de esa máscara, como si ellos me hablaran (¡quítame tu mirada!, de lo contrario Pinocho cambiará la historia). Obedezco; mis ojos buscan al personaje. La obra comienza.
Tu cuerpo parece realmente de madera; tus articulaciones se mueven como si estarían sujetas con bisagras. El tiempo transcurre; mi corazón se detiene. Tu corazón está enfermo (el mío también); “entonces llegó el hada protectora, y viendo que Pinocho se moría, le puso un corazón de fantasía, y Pinocho sonriendo despertó” … (mi corazón se desangra … )
La escena llega a su fin; se ilumina completamente la sala. Los aplausos ensordecen; yo me confundo. Nos tomamos de las manos y saludamos una y otra vez al público. Pinocho se quita la máscara y sonríe; yo quisiera hacer lo mismo pero no puedo. (¡Pinocho! ¡Por favor devuélveme mi corazón! Pinocho … ¿mi corazón?).


MIRTA ZEHNDER

3º PREMIO SOLEDADES SIN RESPUESTA




José Luis, tiene treinta y ocho años, jefe de familia numerosa, pescador, vive a orillas del río Paraná.
Sus mañanas rutinarias; cuando despunta el sol José Luis ya emprendió su viaje con las redes, como acariciando el río navega dejando un surco lánguido en el agua, el silencio es acompañado por los pájaros y el suave chapoteo de los remos. En varias oportunidades la soledad lo abraza trayendo vagos recuerdos atormentadores.
Es cuando su alma hace un clic, desesperado. Y sin querer comienza a rodar por sus mejillas curtida de sol y vientos, lágrimas.
En su interior el ha de escuchar:
-¡Corre José Luis, corre, que no te atrapen!.
El sin querer reflejado por sus sombras, comienza a remar más y más ligero.
El corazón galopa desenfrenado, su garganta estalla en un ¡No! estrepitoso haciendo volar las aves que reposan alrededor.
Y de nuevo la incertidumbre, ¿Qué me persigue? ¿Por que tengo que huir? ¿Quién soy realmente?
José Luis despliega las redes prolijamente al voleo, atraviesa el canal de lado a lado atándolas, se aleja del lugar y llega al monte de una isla muy grande desértica, hacha en mano comienza a recolectar leña, entierra el filo en las entrañas del árbol como queriendo matar algo, no sabe el porque de su enojo.
Nadie sabe de José Luis en su infancia, solo saben que llegó en un amanecer de septiembre con los aleteos de las golondrinas, se acomodó en un rincón del rancho ajeno en silencio, sin pedir nada, pero sus ojos fueron palabras de ayuda en la mirada curiosa de doña Juana Gómez Becerra. Fue criado con amor y sin preguntas.
Creció amado y amó, con respeto, agradecido. Pero no encontró nunca la voz suave de mujer que decía:
-¡Corre José Luis, corre!
El dolor lo quemó en alcohol por tantas noches, mientras miró diferentes lunas reflejarse en el río sin repuestas.




Raquel Noemí Gonzalez

jueves, 27 de noviembre de 2008

PALABRAS SIN LETRAS 1º PREMIO

VICTOR HUGO TISSERA

NO ME BASTA 2º PREMIO



No me basta saber que llegas
queriendo anidar en mi verano,
ni me basta buscar el paraíso
en el infierno de tu mirada,
ni que dibujes alegorías de reposo
sobre mi mar embravecido,
ni me sacia libar, al pie de tu boca,
de tu rosa roja las mieles,
ni apaga el fuego de mi piel
la cárcel de tus deseos,
No me alcanza lavar las penas
con la saliva del olvido,
ni la amapola de tu nombre
iniciando el rito del rezo,.
Mi cuerpo de luna llena
no está preparado para el eclipse.

MARIA CRISTINA FERVIER

EL DIBUJO EN EL VIDRIO 1º MENCION




Le digo al niño que soy, que está todo bien.
Que los amaneceres no registran moros en la costa.
Aunque el arquero del corazón hace rato perdió el invicto,
y en la fila de soldados hay algunos
que no pueden levantarse;
el primer dibujo que hicimos en el vidrio empañado,
aún puede verse.
Le digo que el mar de dudas y de soles cotidianos
sigue conviviendo ahí dentro, sin problemas.
Que la promesa que nos hicimos
tiene una salud de hierro y es tan terca como una mula.
Por eso camino con él hasta el balcón que se asoma
a este tiempo bárbaro y descarnado,
para iniciar juntos el trecho que nos queda.


Jorge Luis Carranza

CONGOJA 2º MENCION




Ahora que comprendo
el desarraigo de la luna,
los misterios exclusivos
de mi cuerpo
arden
en minúsculos infiernos,
dejando caer las horas
en cronológica cadencia.
Me acompañan
las pupilas en alerta
envidiando los destellos
de un relámpago perdido.
Aparecen,
solitarios con delirios,
como etnias desterradas
escapando del olvido.
Mitigo somnolencias
en sucesión de ayunos;
apetezco el sorbo
del licor comprometido,
y la sábana tibia
arropando mi congoja.



Adriana E. Dellorefiche

LA LOBA 3º MENCION








La loba
se arroja a la locura
de atrapar la presa.
Cuando amanece
sus fauces hambrientas
recuerdan solo
un poco de calor
en la sangre.
Voy a dormir.
Yo y la loba dormiremos.
La loba y yo
seremos una mujer
que duerme.

Rosa Lía Cuello

FOTOS 4º MENCIÓN








Desorden fantasmal
en esta caja
donde el tiempo retrocede
y se agazapa.
Fotos...
para abrevar la sed de los recuerdos,
para atrapar el tiempo diluido.
Hoy que me duele a otoño
la nostalgia
y aparecen los sueños enrejados
vienen a mi las risas compartidas,
las emociones, el asombro
y el amor escapando de los ojos.
La tarde toca el filo de la noche.
En la cómplice penumbra
deshojo memorias
o me sumerjo somnolienta en el pasado,
ese pasado que se refugia
en un sollozo
o me despliega una sonrisa.
Un ángel de alas rosas
me ha tocado.
La soledad no existe
y yo...
tengo un a cita con la Vida.

Marta Vega

LAS MEMORIAS DE SU FUEGO 5º MENCIÓN








“El cielo junta desiguales extremos.”
Pedro C. De La Barca.


Mientras amanece...

la noche se sumerge

con sobredosis de cenizas en los párpados

queda tensa la ciudad

los miedos...

hacen huecos en las penumbras.


Sin embargo...

el amor...

puede llevar prendida la risa

en el contorno de su cintura blanca

hasta integrarse

con la multitud nacida de la infinitud.


La noche es arena negra que cuelga

de los rostros...

.
Sin embargo ...

el amor...

puede albergar

en las hendiduras de la oscuridad urbana

las memorias de su fuego.
Anahí Duzevich Bezoz

domingo, 23 de noviembre de 2008

GANADORES DEL CERTAMEN LITERARIO

Poesia
1º Premio Palabras sin letras Victor Hugo Tissera Cañada de Gomez Santa Fe
2º Premio No me basta Maria Cristina Fervier Salto Grande Santa Fe
3º Premio Elegía Nestor Alonso . Mar del Plata
1ra. Mención El dibujo en el vidrio Jorge Luis Carranza Cordoba
2da Mención Congoja Adriana E. Dellorefiche Santa Fe
3ra. Mención La loba Rosa Lia Cuello Santa Fe
4ta. Mención Fotos Marta Elvira Vega Mar del Plata
5ta. Mención Las memorias de su fuego Anahí Duzevich BezozSanta Fe

Prosa
1º Premio Infidelidad Marta PrunetoSanta Fe
2º Premio Detrás de la máscara, mi corazón Mirta Raquel Zehnder Santa Fe
3er. Premio Soledades sin respuestas Raquel Noemí Gonzalez Pergamino


AGRADECEREMOS si alguien se comunica con Juglar, le pidan se comunique a la brevedad con nosotros. Por este medio, por telefono o carta.

DISTINCION FELIX GUTIERREZ


Una nueva distinción a la trayectoria en el tango, se ha entregado, esta vez en el aniversario del fallecimiento de Félix Gutiérrez. La distinción fue otorgada a Rubén Benegas.
Agradecemos la participación de Alfredo Alvarez (Alvarito) historiador de Tango a Norberto Gimenez, José Maria Eyras que hizo la conducción del acto. a Marta y Clemente la pareja de baile que siempre colbora desinteresadamente con los actos que realiza el Centro.