sábado, 13 de diciembre de 2008

Palabras de la Administradora de los dos grupos de Internet


Desde un país tan lejano en distancia y en cultura como Japón Nuestra querida Carmen Morisaki nos deja su mensaje, lleno de sabiduría

Diciembre, mes de paz, amor y unión, es también el mes de compras, regalos, invitaciones y reuniones familiares y amistosas.Yo quiero un diciembre distinto comprometido con la realidad, donde el mayor deseo sea la paz para todos los países y la ambición se debilite frente a la justicia social y económica.Son tiempos difíciles los que estamos viviendo y nada nos hace preveer que la solución vendrá a corto plazo. Será tal vez la oportunidad que necesitábamos para valorar el aspecto espiritual sobre el material. Seremos esta vez muy severos con quienes siguen lucrando con nuestro planeta? dejaremos de soñar con "tener" más por la loable labor de "ser" más?.No hay nada que no podamos lograr si empezamos a ser verdaderos críticos y confiar menos en todo lo que danza ante nuestros ojos en forma de juegos virtuales, tecnologías, noticias y propagandas. Cuando empecemos a entender porqué se hacen las cosas y no cómo se hacen las cosas, estaremos a un paso de darnos cuenta que todos estamos siempre con las manos extendidas para ayudarnos y no como esa realidad que percibimos de desconfianza, envidia y soberbia que nos mantiene disgregados para que se cumplan los propósitos de ese pequeño club de privilegiados que tanto admiramos y al que queremos llegar sin saber realmente para qué.Hoy en día tenemos mayores avances en la medicina pero paradojas de la vida existen más enfermos y menos personas que accedan a ella (tomando en cuenta el volumen de la población mundial actual), los alimentos pasan por mejores cuidados en su producción, sin embargo llegan cada vez más contaminados a los hogares. Que envidia de aquellos tiempos donde sólo se lavaban en los ríos cristalinos y se disfrutaban tal vez no con el sabor artificial de ahora, pero sí con la frescura y aroma de lo natural.Diciembre mes de paz, amor y unión; que sea también un mes de justicia, aquella que reclaman las voces de los olvidados, de los marginados, de los utilizados. No podemos empezar un nuevo año sin hacernos un propósito, modestamente el mio será el lograr que cada acto de mi vida sea un acto de justicia, tal vez no cambie sustancialmente el mundo actual y ni siquiera mi pequeño mundo pero estoy segura que lograré al menos una sonrisa y el compromiso de alguien más en mi entorno que se contagie de este entusiasmo.No puedo dejar de agradecer a los libros y sus autores por permitirme transitar el camino del aprendizaje y saciar mi curiosidad, en esta Navidad regálense una buena lectura; felices fiestas a todos.
Carmen Morisaki

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